Técnica de Pomodoro

Existen múltiples y diversas técnicas que nos ayudan a estudiar y a concentrarnos. Algo que es esencial cuando se trata de formación a distancia, donde, además de la concentración, también es imprescindible estar bien organizado y tener claro cuáles son los objetivos y cómo conseguirlos.

Lo más importante es que, decidas el método que decidas, seas organizado y disciplinado con el tiempo que le dedicas al estudio. Ten en cuenta que es mejor estudiar pocas horas, pero que sean productivas.

Así, entre estas técnicas se encuentra una muy peculiar y eficaz: la técnica de estudio Pomodoro.  Seguramente has oído hablar de ella en alguna ocasión pero, ¿sabes en qué consiste realmente o cuáles son sus ventajas? No te preocupes si la respuesta es no, porque en este artículo vamos a enseñarte todo lo que debes saber sobre este método de estudio y cómo puede ayudarte a que seas mucho más productivo.

 

Qué es y cómo funciona

Para muchos, el tiempo es un enemigo y la ansiedad que produce conduce a hábitos de estudio y trabajo ineficaces. Así, para “combatirlo” de alguna forma, se encuentra la Técnica Pomodoro, que, básicamente, es una manera de organizar el tiempo de estudio y trabajo, de una forma eficiente y productiva.

Este método fue creado en los años 80 por Francesco Cirillo, que vio la necesidad de encontrar una técnica de estudio en la que se pudiese administrar y gestionar correctamente el tiempo. Por eso, su filosofía se basa, precisamente, en usar el tiempo como un aliado valioso que te ayuda a alcanzar tus objetivos.

Además, llevarlo a la práctica es muy sencillo, ya que solo se necesita un temporizador que divida el tiempo de trabajo en diferentes intervalos, que se conocen como pomodoros, de trabajo y de descanso.

Hay que tener en cuenta que para ser capaces de obtener el mejor rendimiento mental, es importante organizar nuestro tiempo de estudio teniendo en cuenta nuestro cerebro. Por eso, esta técnica lo que hace es estructura el tiempo de estudio en espacios de tiempo cortos, pero alta de intensidad, seguidos por pequeños descansos.

Normalmente, el tiempo se divide en intervalos de trabajo o estudio de 25 minutos, seguidos de 5 minutos de descanso. Además, tras cuatro pomodoros (intervalos), se realiza una pausa más larga, de unos 20 o 30 minutos.

En esta última pausa más larga, es importante que se desconecte de verdad, es decir, puedes dar un paseo, tomar un café, charlar con un amigo o navegar por las redes sociales.

La función de estos descansos es que no te satures con el estudio o con el trabajo, por lo que ayudan a que cuando vuelvas a la tarea, puedas dar el máximo rendimiento.

¿Cuáles son sus objetivos?

Como hemos dicho anteriormente, la Técnica Pomodoro es una simple herramienta que te tiene como principal objetivo ayudarte a mejorar la productividad, pero no es el único.

Este método también te ayuda a aliviar la ansiedad vinculada al inicio del estudio o del trabajo; aumenta la concentración y el enfoque y disminuye las interrupciones; te hace ser más consciente de tus decisiones; impulsa tu motivación y la mantiene constante; fortalece tu resolución para seguir aplicándote al frente de situaciones complejas; mejora tu trabajo o proceso de estudio y, sobre todo, refuerza tu determinación para alcanzar tus metas

 

Cómo aplicarla al estudio

Poner en práctica la Técnica Pomodoro es muy sencillo, lo único que necesitas en un cronómetro, una hoja con tareas del día y una hoja para apuntar las nuevas tareas que te surjan para la próxima jornada.

Antes de comenzar a aplicarla tienes que tener en cuenta cuál es tu capacidad de rendimiento ese día, que durante esos 25 minutos no debes a hacer ninguna tarea más y que la lista de tareas diarias tiene que ser coherente con el tiempo que necesitas para cada una de ellas.

La dinámica que sigue es la siguiente:

  1. Elige una tarea a realizar.
  2. Ajusta un temporizador a 25 minutos. Es más fácil si se pone la cuenta atrás, porque, así, será el propio temporizador el que te avise de que ha finalizado el tiempo.
  3. Trabaja de forma intensiva y sin interrupciones hasta que pasen los 25 minutos.
  4. Cuando se acabe el tiempo, tacha el pomodoro superado y tómate un pequeño descanso de cinco minutos.
  5. Repite los pasos del 1 al 4.
  6. Después de cada cuatro pomodoros, toma un descanso más extenso, de unos 20 minutos o más.

La eficacia de esta técnica se basa en que el hecho de estudiar de una manera intensa y sin distracciones hace que el tiempo que le dedicas sea mucho más efectivo. A esto se suman los descansos, que hacen que se maximice el rendimiento cerebral y potencia tus capacidades.

No obstante, a la hora de elegir esta técnica, tienes que tener en cuenta que no todas las tareas se pueden adaptar a ella. Por ejemplo, es perfecta para materias densas, como Historia, o para estudiar oposiciones, que requieren horas y horas de estudio, pero no es recomendable utilizarla en actividades creativas o en trabajos en equipos.

 

Ventajas y desventajas

Como la mayoría de las técnicas utilizadas para el estudio, la Técnica Pomodoro también tiene una serie de ventajas y desventajas que son importantes conocer.

En cuanto a las ventajas, una de ellas es que hace que estés centrado en algo al 100%, por lo que evita la multitarea. Esto, precisamente, ayuda a alcanzar un estado de concentración mucho más elevado que con cualquier otra técnica.

Además, mejora la productividad de una forma sencilla y eficiente si se utiliza habitualmente. También te ayuda a tomar consciencia del tiempo que dedicas a cada tarea o asignatura y te enseña a organizarte y a aprender a priorizar.

Esta técnica también ayuda físicamente a la persona, ya que no es conveniente estar mucho tiempo sentando y, por ello, 25 o 30 minutos se convierte en el tiempo ideal antes de un descanso.

Por otro lado, son también muchos los detractores de esta técnica, sobre todo porque, como hemos dicho anteriormente, no es la herramienta idónea para algunos tipos de actividades.

De esta forma, entre sus desventajas se encuentra que es una técnica muy inflexible, ya que los periodos de tiempo no son afines a cualquiera, es decir, puedes adaptar los tiempos a tu estudio, pero no a todo el mundo le gusta estar tan poco, o tanto, tiempo estudiando.

Además, es absorbente y para que funcione bien no puedes detenerte en medio del pomodoro. Esto para algunos tipos de actividades o estudio es complicado, ya que dependen mucho de las llamadas, preguntas de compañeros, etc.

Otra de las desventajas es que es incompatible para estudios o trabajos en grupo y no sirve para tareas más creativas, en las que se necesita inspiración y, por tanto, el tiempo premia sobre el desarrollo de la idea.

Esta técnica tampoco es recomendable para personas a las que les cueste concentrarse, ya que a los 25 minutos tienes que descansar.

 

Reglas y consejos

Antes de comenzar a utilizar la técnica de Pomodoro, lo primero que tienes que hacer es prepararte para una desconexión real y total de tu entorno. Durante el tiempo que dediques a estudiar o a realizar tu tarea, no puedes tener ningún tipo de distracción: apaga o silencia el móvil, cierra el correo electrónico o, si estudias con el portátil, cierra todo aquello que pueda distraerte.

Además, si necesitas más de 5-7 pomodoros para una tarea, divídela en tareas más pequeñas o si, por el contrario, necesitas menos de un pomodoro, júntala con otra tarea.

También es muy importante que seas decisivo y que, una vez que comience un pomodoro, lo cumplas hasta que suena la alarma.

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