Experto universitario en terapia intravenosa y acceso vasculares a distancia

La canalización arterial con propósitos clínicos fue descrita por primera vez a principios de los años 50 y es en la actualidad una de las técnicas más comunes en las Unidades de Reanimación y Cuidados Intensivos. En la actualidad, los catéteres intravasculares son indispensables en la práctica médica y de enfermería moderna, como método esencial de monitorización de las funciones vitales durante la vigilancia del paciente crítico para el temprano reconocimiento de problemas fisiológicos o la implementación y seguimiento de medidas terapéuticas, sobre todo en las Unidades de Reanimación y Cuidados Intensivos. Es de tal trascendencia que la medición de la presión arterial de manera invasiva es el segundo procedimiento más común llevado a cabo en estas unidades hospitalarias.

El conocimiento de las distintas técnicas de implantación, abordaje y canalización arterial y los riesgos que ello conlleva determinarán la toma de decisiones médicas y enfermeras, para implantar el sistema más adecuado en cada caso, siempre teniendo presente el criterio basado en la evidencia científica de utilizar el sistema que menor invasión produce en el enfermo. Cada uno de estos sistemas tiene características particulares y un dinamismo propio, aunque los cuidados tengan pautas comunes a todos ellos.

La valoración y el diagnóstico médico y enfermero son primordiales a la hora de decidir qué sistema es el más idóneo, respondiendo a las necesidades del enfermo portador de un catéter venoso central, así como al diagnóstico médico, al tratamiento pautado y al pronóstico del enfermo, cuestiones todas que serán valoradas por el equipo multidisciplinar.

La cirugía endovascular es un procedimiento que consiste en la realización de intervenciones quirúrgicas vasculares mediante la punción y canalización del árbol arterial y venoso del paciente y ayudándose de la visión de ecografía para observar el interior de los vasos y trabajar dentro de ellos. Por tanto, supone un paso más en la cirugía vascular tradicional, ya que, al ser mínimamente invasiva, incide en la seguridad del paciente, al aplicar anestesia local en lugar de anestesia general, y reduce la estancia hospitalaria, el dolor postoperatorio y el daño en los tejidos, facilitando la rápida incorporación social y laboral.

Como con cualquier técnica invasiva, ésta debe ser aséptica, con anestesia local si el paciente está consciente y en el 90% de los casos se utiliza la arterial radial y la femoral, ésta sobre todo en edades pediátricas todo ello basado en las últimas recomendaciones basadas en la evidencia para la canalización arterial bajo el método GRADE (Grading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluation).

Existe evidencia procedente de recientes estudios retrospectivos de que un punto de punción “inapropiado” conlleva un mayor riesgo de complicaciones en el acceso arterial (Seto AH, Abu-Fadel MS, Sparling JM, Zacharias SJ, Daly TS, Harrison AT, et al. Real-time ultrasound guidance facilitates femoral arterial access and reduces vascular complications: FAUST (Femoral Arterial Access with Ultrasound Trial). JACC Cardiovasc Interv. 2016), de aquí la importancia del conocimiento por parte del médico y de la enfermera de las estructuras anatómicas vasculares y los diferentes abordajes de canalización.

La asistencia ecográfica dinámica (punción guiada por ultrasonidos en tiempo real) puede facilitar el acceso arterial ayudando a localizar el punto óptimo de punción y guiando la inserción de la aguja. Esta técnica tiene el potencial de disminuir el tiempo de punción, el número de intentos de punción y la incidencia de complicaciones, de ahí su importancia y la necesidad de formación y actualización, basado en las últimas recomendaciones basadas en la evidencia para la canalización arterial bajo el método GRADE (Grading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluation).